NUEVA DERROTA DEL RAQUI.
Foto: Domingo Donate.
CD. RAQUI SAN ISIDRO 0: José Enrique; Cristian (Joel, 60'), Marcos (Kevin, 60'), Domingo Yeray, Dani; Charri, Aday (Tana, 72'), Taré, Pacha; Iván García y Willy.CD. TENERIFE B 1: Roberto, Toledo, Jesús, Bruno, Ayoze; Moreno, Juan Ramón, Rayco (Jonay, 62'), Germán; Yeray (Sandro, 72') y Óscar (Jorge, 62').
ÁRBITRO: Carlos Rodolfo Díaz García, Delegación Norte. Amonestó por los locales a Domingo Yeray, Charri e Iván García; y por los visitantes Jesús, Bruno y Jonay.
GOL: 0-1, m. 50: Germán.
INCIDENCIAS: La Palmera. 150 espectadores. Debutó Iván García, exSan Andrés, en los locales.
Acan, San Isidro.
Victoria importantísima del Tenerife B ante un peleón San Isidro. Los visitantes con este resultado se sitúan segundos superando a Las Palmas Atlético. Los blanquiazules prolongan su racha de victorias a cinco consecutivas y se mantienen invictos nueve jornadas seguidas. Partido de mucha igualdad entre ambos equipos. Se nota lo que se juega en el campo, a pesar de que las aspiraciones sean distintas en uno y otro bando. Intenso en la zona ancha donde nadie quería dar un balón por perdido. No hubo demasiadas ocasiones de gol. Los locales parecían llevar algo más de peligro, teniendo cinco saques de esquina y lanzamientos a balón parado contra la portería de Roberto. También cabe destacar un lanzamiento de Charri, a los 6 minutos, que se marchó fuera. Por parte visitante, poco bagaje ofensivo. Un remate de Moreno a los cuatro minutos que José Enrique envió a córner y un lanzamiento de esquina de Juan Ramón, a los 27, que Yeray en el primer palo elevó demasiado. Tras la reanudación, la tónica del encuentro no cambió demasiado. A los dos equipos les costaba llegar con claridad al marco rival, pero el filial tinerfeño a la contra supo matar el partido. En una jugada rápida el balón lo recibe Germán y fusila la portería de José Enrique. El gol fue protestado por la parroquia local ya que entendieron que el delantero blanquiazul estaba en fuera de juego. A raíz del tanto presionó mucho el San Isidro, que puso el peligro en más de una ocasión al marco blanquiazul. No obstante faltó la definición en la parcela atacante. Mientras la presión local era cada vez más, el conjunto de Alfredo Merino defendía e intentaba buscar otra contra para matar el partido. Esto lo consiguió con los cambios que aportaron frescura al equipo.
